Evolución del Mercado
En 10 años las aceitunas se convirtieron en el segundo rubro frutícola del país, según superficie plantada (9.000 hectáreas) después de las plantaciones de cítricos.
El último impulso a la industria de la aceituna en nuestro país se dio en 1937, año en que se aprobó una ley para el fomento de la olivicultura. Pero para 1970 las plantaciones de olivares se fueron sustituyendo por cítricos que tenían una rentabilidad muy superior.
Pero a principios del siglo XXI, la olivicultura tomó nuevos bríos impulsada por una demanda creciente a nivel mundial de aceitunas, aceite de oliva y productos cosméticos basados en las propiedades de las olivas.
Zonas cultivada y Clima
El cultivo de olivos no requiere de suelos de mucha calidad. Los mejores suelos para plantar olivos son los arenosos o pedregosos, con buen drenaje, que son de baja productividad para la ganadería y no aptos para la agricultura, según detalla un informe sobre el sector realizado por Uruguay XXI.
Prácticamente se pueden plantar árboles de olivos en todo el territorio. Hay en el litoral (Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano, Colonia), el sureste (Lavalleja, Maldonado, Rocha, Canelones), centro (Florida, Durazno) y norte (Rivera y Treinta y Tres).
Además el clima en Uruguay es análogo al clima del mediterráneo, la principal zona de producción de aceitunas a nivel mundial.
Existen más de 600 variedades aunque en Uruguay las más plantadas son ocho o diez.La variedad más plantada en Uruguay es la Arbequina, que está presente en el 50% de las plantaciones. Los productores eligen esta variedad por su resistencia al frío y porque se puede extraer aceite de oliva de gran calidad.
La producción está destinada principalmente a la fabricación de aceite de oliva y en menor medida a aceitunas de mesa.
Industria
En 2011 se produjeron 140.000 litros de aceite de oliva que en su mayoría se colocaron en el mercado interno. Cerca del 10% se exportó a Estados Unidos, Brasil y Reino Unido por un valor de 80.000 dólares.
La industria local se está consolidando y está creciendo exponencialmente. Este año la producción saltó a los 550.000 litros y se espera abrir otros mercados como Canadá, México y algunos países asiáticos como China, Japón e India, países que se están convirtiendo en grandes consumidores.
La asociación estima que en base a la superficie plantada se llegarán a producir 10 millones de litros en los próximos años.
El objetivo de los productores uruguayos para competir en el mundo es fabricar aceite de oliva de máxima calidad, conocido como “extra virgen”.
Daniel Davidovics, presidente de la Asociación Olivícola Uruguaya, explicó que los productores uruguayos están logrando fabricar aceites extra virgen de alta calidad porque “las maquinarias que se han comprado son de última generación” y además han “aprendido el concepto de la calidad en cuanto a la no demora: una vez cosechada la aceituna, procesarla inmediatamente”.
Para aumentar los mercados, los productores tienen algunos desafíos por delante. Por ejemplo, una de las medidas que facilitará la exportación de aceite extra virgen es certificar su calidad con criterios internacionales.
Para eso lanzaron durante la Expo Prado un Sello de Calidad Premium que identificará a los aceites y garantizará que sean de máxima calidad. El sello será otorgado por la Asociación Olivícola Uruguaya a las marcas de aceite que superen los análisis realizados por la Facultad de Química.
Reeducar el paladar
Los productores uruguayos apostarán a reeducar el paladar de los uruguayos. Kennet Prevett, uruguayo nieto de ingleses, tiene plantadas siete hectáreas de coratina y arbequina en un campo de la zona de Laguna Garzón. Para éste la cultura del aceite oliva es como la del vino. “Cuanto tú te metés en el mundo del vino encontrás que hay distintas variedades de uva, variedades de vino con distintos sabores, y el aceite de oliva es exactamente lo mismo”.“El consumidor no habitual está acostumbrado a consumir aceite de oliva en forma genérica. Cuando vas entrando al mundo del aceite de oliva te vas dando cuenta de que las distintas variedades de aceite producen distintos sabores”, explicó Prevett. “Un aceite de oliva acompaña a las verduras, uno de mayor sabor acompaña a las carnes, otro es más adecuado para los pescados”, agregó.
Al igual que pasó con los vinos, el mundo del aceite de oliva se está refinando. Se busca que el consumidor conozca las características de las distintas variedades de aceituna y aprenda a combinarlos con las comidas, lo que se conoce como maridaje.
El año pasado se recibieron los primeros sommeliers de aceite de oliva de Uruguay -y del mundo-. El curso es impartido por la Facultad de Química.
Antonia Grompone, una de las responsables académicas del curso, explicó cómo maridar el aceite de oliva con las comidas: se le puede agregar un aceite fuerte, como el picual, a una papa hervida, “para realzar el sabor”, pero otra opción es agregarle una arbequina, “que es más dulzón, menos amargo”, explicó. “Ese es el maridaje que uno tiene que hacer. Generalmente una comida muy fuerte no marida bien con un aceite muy fuerte”, señaló.
Premios por la calidad del aceite
El ingeniero químico argentino Raúl Castellani, organizador del concurso de aceite de oliva Olivinus -el más grande del mundo-, dijo a No toquen nada que Uruguay está entre los 10 países más premiados por la calidad de sus aceites de oliva según el Consejo Oleícola Internacional (COI) y ha ganado alrededor de 40 premios en lo que va del año.
En el concurso Terraolivo de Jerusalén, Israel, que se realizó en junio los aceites de oliva uruguayos ganaron 10 premios.
Y en agosto, en el concurso Olivinus de Mendoza, Argentina, los aceites uruguayos ganaron 18 premios. El aceite de Establecimiento Joanico “Familia Deicas Coratina 2012” ganó el premio mayor del concurso como el mejor aceite del año.
Fuente: 180 Radio
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